Un valenciano, una de las mayores promesas del ballet clásico en España

Hugo García tiene 13 años, ha triunfado en el Dance World Cup y el Joven Ballet de Cataluña le ha becado para el curso que viene
Hugo García durante su actuación en San Sebastián en el Dance World Cup. / LP

A los cinco años, Hugo García Rodrigo se asomó a una clase de ballet en la escuela Maestro García Navarro de Chiva y ya no se pudo despegar de él. Hoy, con 13 años, este chivano es una de las grandes promesas de ballet clásico a nivel nacional. De hecho, viene de ser doble oro en la Dance World Cup en clásico y neoclásico grupal y medalla de plata. Las conocidas como Olimpiadas de la danza se celebraron del 24 de junio al 2 de julio en San Sebastián. Hugo tiene sobre la mesa una beca joven del Ballet de Cataluña y en unos días tendrá que decidir su futuro.

«Con cuatro años bailaba hip hop pero era muy nervioso y no terminó de amoldarse. Pero en la escuela de música –su madre, María Elena, es profesora allí- vio una clase de danza y dijo: yo quiero hacer eso», cuenta su padre, Leo García.

Hugo se formó durante dos años en Chiva. Durante este tiempo demostró unas cualidades sobresalientes para la danza y continuó su formación en el Conservatorio Mari Cruz Alcalá de Valencia. Después inició, ya como una carrera profesional, sus estudios en el Conservatorio de Danza de Riba-roja. Durante este tiempo ha sido miembro del Joven Ballet de Valencia.

«Tiene una dedicación absoluta y su sacrificio es muy importante. Dedica todas las horas del día a pensar en ballet. Al conservatorio va todas las tardes de lunes a viernes, los sábados por la mañana son los ensayos del Joven Ballet de Valencia y por la tarde todavía ensaya dos horas más con una profesora particular», cuenta su padre.

Ahora se le abre la puerta de subir un escalón en su formación. Un salto en su carrera. Este verano ha formado parte del Joven Ballet de Cataluña y quieren que siga allí en el nuevo curso. La beca la tiene encima de la mesa. Los profesionales saben del potencial de Hugo y apuesta por él como uno de los jóvenes más prometedores de España.

«Tenemos que decidir. El problema es que no hay un colegio mayor o un centro que dependa del ballet de Cataluña en el que se pueda quedar. Este verano ha estado en una habitación de una familia», apunta Leo, su padre, que sabe junto a su mujer que se abre una gran oportunidad para su hijo. «Hugo quiere ir, lo tiene clarísimo», señala.

Al final el trayecto de Chiva a Cataluña es una etapa más que deben quemar las personas que se quieren dedicar al ballet clásico. Una estación con destino a otros países europeos, que de verdad son la cuna del ballet clásico en el mundo.

Fuente:LasProvincias

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